miércoles, 17 de febrero de 2010

LA COHESIÓN LÉXICA

LECTURA DE ENTRADA: TERRORISMO (NPI pág. 159)
Terrorismo es lo que nos hacen ellos a nosotros. Justicia es lo que les hacemos nosotros a ellos. Y vice­versa. Depende de quienes seamos nosotros y de quienes sean ellos. Y depende también de qué tan fuerte o tan débil sea cada cual. El que tiene un bombardero, bombardea. El que sólo tiene una bomba, pone bombas.
Lo primero, lo de ellos y nosotros, lo ilustra una frase reciente de Kofi Annan, que en su calidad de Secre­tario General de las Naciones Uni­das, tan enemistadas entre sí, está crucificado en los contradictorios maderos de su organización. Dijo Kofi Annan, en la discusión sobre la definición de la palabra terrorismo: "El terrorismo del uno es el 'luchador por la libertad' del otro".
Lo segundo, lo de la relatividad del poder, lo ilustró hace 15 siglos San Agustín con una anécdota de casi 1000 años antes, referida a Alejan­dro Magno. Capturó este gran hom­bre a un miserable pirata, y le espetó indignado: "¿Por qué siembras el te­rror en el Golfo de Corintio?". Y le contestó el pirata (más o menos): "Y tú, ¿por qué siembras el terror en el mundo entero? A mí me llaman pirata porque sólo tengo un barquito. A ti, porque tienes una inmensa flota de navíos, te llaman emperador".
Es que no es fácil definir lo que es el terrorismo. ¿Por sus agentes? ¿Por sus fines? ¿Por sus métodos?
Sus agentes pueden ser el pirata o el emperador. La historia del mundo está plagada de piratas que, a fuerza de terror, acabaron siendo empera­dores. El más poderoso —y por el momento el único— de los empera­dores actuales, que es el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, es el heredero directo de unos seño­res hoy respetadísimos, porque triunfaron, que se llamaban Wash­ington, Jefferson, Adams, Madison; pero que de no haber triunfado en la empresa de liberar eso que hoy son Estados Unidos, de la corona ingle­sa, hubieran sido ahorcados como terroristas: ponían bombas. Vladimir Puttin, el presidente de Rusia, llama hoy terroristas a los chechenos que buscan su independencia poniendo bombas. Aquí en Colombia, para no ir más lejos, este gobierno actual que dice combatir el terrorismo es el he­redero de los que nosotros llamamos patriotas, pero en su momento fue­ron llamados bandidos por el gobier­no español contra el que se levantaron hace casi dos siglos: los liberta' dores. Los cuales, a su vez, también son agentes de terror.
La palabra, en su acepción política actual, viene de los "gobiernos establecidos" por la Revolución francesa: "La Terreur", con mayúscula. Y des­de entonces (y aun desde muchos milenios antes), el método ha sido usado por todos, en todas partes...
Y eso nos lleva a los métodos. Los romanos se quejaban, durante las guerras púnicas, de que los cartagi­neses usaran elefantes en las batallas terrestres, que aterrorizaban a sus le­gionarios; y de que usaran escorpio­nes en las batallas navales, que ate­rrorizaban a sus remeros. Pero ellos, a su vez, envenenaban los pozos de agua de las ciudades cartaginesas sitiadas. No hay métodos 'limpios' en la guerra: ni el avión suicida contra la torre, ni el cohete inteligente contra la cueva, ni el ántrax por co­rreo, ni la bomba atómica por orde­nador, ni los arcabuces con pólvora, ni las cerbatanas con dardos...
¿Y los fines, entonces? Tampoco ellos definen el terrorismo. No es más condenable ni maligno, en sí mismo, el fin de imponer la democracia occidental, que el fin de impo­ner la ley coránica. Es cuestión deopinión. O de interés, naturalmente. O ellos o nosotros...
Antonio caballero en revista Semana, Bogotá, '.octubre 200l.
La cohesión también puede establecerse entre palabras del texto. A esta forma de cohesión se denomina cohesión léxica.
Las relaciones semánticas entre el vocabulario que pueden establecerse en un texto pueden ser: la sinonimia, la antonimia la hiponimia la hiperonimia, las repeticiones. Sea el caso del texto:
Lo segundo, lo de la relatividad del poder, lo ilustró 5 siglos San Agustín con una anécdota de casi 1000 años antes, referida a Alejandro Magno.Capturó este gran hombre a un miserable pirata, y le espetó indignado: "¿Por qué siembras el terror en el Golfo de Corintio? " Y le contestó el pirata (más o menos): "Y tú, ¿por qué siembras el terror en el mundo entero? A mí me llaman pirata porque sólo tengo un barquito. A ti, porque tienes una inmen­sa flota de navíos, te llaman emperador".
En el fragmento, se menciona a Alejandro Magno como este gran hombre y emperador. Entre las dos palabras y el nombre propio existe una relación de sinonimia; los términos en el texto tienen un mismo significado: Alejandro Magno.
Ten en cuenta que los términos aparecen en oraciones diferentes, sólo así pue­de hablarse de cohesión léxica.
También las relaciones entre palabras pueden estar determinadas por las rela­ciones que se establecen entre la experiencia o conocimiento del mundo particular y los referentes de los términos en cuestión; sea el caso por ejemplo:
Depende de quienes seamos nosotros y de quienes sean ellos. Y depende también de qué tan fuerte o tan débil sea cada cual. El que tiene un bombar­dero, bombardea. El que sólo tiene una bomba, pone bombas.
En el fragmento anterior, se establece la siguiente relación: el fuerte / tiene bombardero / bombardea el débil /tiene bombas /pone bombas
Los lectores pueden comprender las relaciones si saben, por su conoci­miento de la realidad, que la capacidad militar de un bombardero es mayor que la de una bomba. Así, si se tiene el conocimiento de lo que es una guerra, un bombardero y la diferencia entre poner una bomba y bombardear, en­tonces pueden establecerse dichas relaciones.
LA SINONIMIA: Es la relación semántica que expresa la identidad, similitud o parentesco de significado entre elementos lingüísticos diferentes. Recuerda que en la lectura el escritor utiliza una anécdota acerca de Alejandro Magno para ejemplificar "la relatividad del poder". Pero para evitar la repetición del nombre recurre a la sinonimia: este gran hombre, utilizado en la segunda oración, y emperador, en la última. La relación sinonímica se establece entre las pala­bras del texto.
LA ANTONIMIA: Es la relación semántica que expresa oposición o inversión de significado en­tre elementos lingüísticos diferentes. Las palabras no representan valores opuestos absolutos sino que son conceptos relativos. En el fragmento del texto modelo, terrorismo aparece como opues­to de justicia: Terrorismo es lo que nos hacen ellos a nosotros. Justicia es lo que les hace­mos nosotros a ellos. Y viceversa. Depende de quienes seamos nosotros y de quienes sean ellos. Esta oposición no se da en un plano literal sino en un nivel connotativo.
Mediante esta oposición, el escritor hace una crítica al manejo del conflicto por parte de Estados Unidos. La decisión de invadir Afganistán puede entenderse como un acto de justicia (desde el punto de vista norteamericano) o como un acto terrorista (desde la perspectiva del pueblo de Afganistán).
LA HIPONIMIA: Es una relación de inclusión semántica entre los significados de las palabras. La hiponimia expresa la relación incluido-incluyente. Por ejemplo, el significa­do de la palabra bomba está incluido en el significado de la palabra arma. Sea el caso del texto modelo:
A mí me llaman pirata porque sólo tengo un barquito. A ti, porque tienes una inmensa flota de navíos, te llaman emperador. El significado de barquito está incluido en el de flota de navíos.
LA HIPERONIMIA: Es la relación incluyente-incluido, es decir, el significado de un término (inclu­yente) abarca el significado de otro término (incluido). Sea el caso del texto modelo:
Y eso nos lleva a los métodos. Los romanos se quejaban, durante las guerras púnicas, de que los cartagineses usaran elefantes en las batallas terrestres, que aterrorizaban a sus legionarios; y de que usaran escorpiones en las bata­llas navales, que aterrorizaban a sus remeros. Pero ellos, a su vez, envenena­ban los pozos de agua de las ciudades cartaginesas sitiadas. La palabra métodos es el hiperónimo de elefantes, escorpiones y envenena­miento de los pozos de agua. El término métodos incluye a todos los demás.
LA REPETICIÓN: Es la recurrencia en el texto de una palabra. En muchas ocasiones, la repetición tiene el propósito de dar énfasis, como, por ejemplo, la repetición de la palabra terrorismo en el texto. Terrorismo es lo que nos hacen ellos a nosotros. Justicia es lo que les hace­mos nosotros a ellos. Y viceversa. Depende de quienes seamos nosotros y de quienes sean ellos...
Dijo Kofi Annan, en la discusión sobre la definición de la palabra terroris­mo: "El terrorismo del uno es el 'luchador por la libertad' del otro".
En el fragmento anterior, en tres oportunidades se menciona di­cha palabra. Además, aparece en el título y en párrafos posteriores. Ese uso reiterado del término no es casual, por el contrario, es intencional; mediante él, Caballero enfatiza en que su uso es relativo (y ambiguo) y depende de quiénes la utilicen como de la situación o el contexto en el que aparece.
CADENAS COHESIVAS: Gracias a nuestro conocimiento de la realidad y experiencia particulares, po­demos establecer relaciones entre conceptos que, a su vez, determinan rela­ciones entre palabras. Sea el caso del ejemplo que expuesto al comienzo: el fuerte / tiene bombardero / bombardea el débil / tiene bombas /pone bombas
Este tipo de relaciones resultan familiares y esperadas gracias a la conceptualización de la realidad. Sin embargo, a veces se establecen conexiones bastante inesperadas. Por ejemplo las relaciones léxicas que hace Caballero con la palabra terrorismo:
Sus agentes pueden ser el pirata o el emperador. La historia del mundo está plagada de piratas que, a fuerza de terror, acabaron siendo emperadores... Vladimir Puttin, el presidente de Rusia, llama hoy terroristas a los chechenos que buscan su independencia poniendo bombas. Aquí en Colombia, para no ir muy lejos, este gobierno actual que dice combatir el terrorismo es el heredero de los que nosotros llamamos patriotas...
Caballero establece relaciones inesperadas a partir del término terrorismo: pirata o emperador, independentistas, patriotas. Para comprender estas rela­ciones no basta con el conocimiento que se tenga de la realidad, no es sufi­ciente con conocer el significado de las palabras; hay que entender el contexto en que aparece el término, cómo se lo utiliza y la intención de ese uso.
En general, este tipo de conexiones inesperadas funcionan como procedi­mientos retóricos o estilísticos. El escritor tiene la intención de cuestionar el uso que se hace de ciertos términos por parte del poder y, al mismo tiempo, generar en el lector una actitud crítica frente al lenguaje.
TALLER DE APLICACIÓN:
1. Identifica la cohesión léxica por repetición en el siguiente fragmento. Determina la intención del na­rrador.
"El hombre empezó a correr por toda la calle y de pronto se detuvo para tratar de recordar hacia dónde corría; así que sin lograrlo siguió corriendo; durante toda la juventud no había dejado de correr. Corría cuando salía del baño. Corría cuando salía del colegio, corría cuando salía del cine, corría cuando salía del café y corría cuando entraba en el baño..." Andrés Elias Flórez, La carrera, en Los perseguidos, Bogotá, Colección la biblioteca de Alejandría, 1997, pág. 11.
2.Determina la cadena léxica que se presenta en el siguiente fragmento aparecido en la revista Sema­na. ¿Cuál fue el conocimiento que necesitaste para establecer la relación?
Neil Armstrong no había pisado la Luna cuando la historia de Macondo y la familia Buendía apareció en los quioscos de Buenos Aires. El 5 de junio de 1967, salió a la venta la primera edición de Cien años de soledad. Después de entonces, la magia de este universo construido con mariposas amarillas, pescaditos de oro, muertos errantes, gitanos... ha hechizado a millones de lectores alrededor del mundo.

2 comentarios:

  1. alguien me ayuda a resolver este trabajo

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  2. que tipo de cadena lexica se encuentra en el fragmento de la revista semana

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