lunes, 19 de julio de 2010

PALABRAS PARÓNIMAS Y PALINDROMAS

Términos parónimos son aquellos que están relacionados entre sí por su etimología, por su forma o su sonido. Las parónimas pueden ser homónimas, homófonas y homógrafas.
HOMONIMAS: Palabras que presentan la misma forma pero su significado es diferente: Eje. Vaca (animal) y Baca (objeto que se instala en el techo de los automóviles).
HOMOFONAS: Palabras que tienen igual pronunciación pero diferente significado; Eje. Carpa: pez, gajo de uvas y toldo.
HOMOGRAFAS: Palabras igual escritura y diferente significado: Eje. Gato; perra…
Son palabras parónimas: espiar, ‘acechar’ / expiar, ‘borrar las culpas’; vela, ‘cilindro de cera con pabilo en el eje para que pueda encenderse y dar Luz’ / vela, ‘conjunto o unión de paños o piezas de lona o lienzo fuerte que se amarran a las vergas para recibir el viento que impele la nave’.
TRABAJO: Haciendo uso del diccionario consulta por lo menos 10 palabras de cada caso y con ellas, elabora un texto informativo.
las palabras o frases palíndromas son aquellas que se leen lo mismo al derecho que al revés. Veamos algunas
A cavar a Caravaca
A mamá Roma le aviva el amor a papá y a papá Roma le aviva el amor a mamá
Abusón, acá no suba
Acaso comeré mocos acá
Adán no calla con nada
Allá, cada gorda drogada, calla
Ánimo Romina
Anita, la gorda lagartona, no traga la droga latina
Anula la luz azul a la Luna
Arde ya la yedra
Arena mala me da de mala manera
Dábale arroz a la zorra el Abad
Ella te dara detalle
TRABAJO: Consulta otras frases o palabras palíndromas

PALABRAS SINÓNIMAS, ANTÓNIMAS Y ANALOGÍAS

SINONIMIA: coincidencia de significado entre dos o más palabras de diferentes significantes. En español existen muchas palabras sinónimas, utilizadas en la lengua coloquial y literaria: borrachera, melopea, curda, embriaguez, palabras que establecen relaciones paradigmáticas y sintagmáticas y son conmutables, pero que semánticamente no son sinónimos totales sino parciales. Perro, can y chucho. Un término puede tener un significado más amplio que otro, ser más emotivo, más profesional, más local. En América, se han registrado hasta más de cincuenta términos para denominar una realidad, es muy frecuente en México con el pájaro carpintero: barbiquín, bueyero, cuacheche, chacá, chejé, chojó, cholo, chujún, colonté, copete rojo, El número de sinónimos está en relación con el interés que despierta la realidad en la comunidad lingüística. Existen varios tipos de sinonimia:
Conceptual, completa o total: las palabras evocan un mismo significado y se toman por sinónimos ‘totales’ tienen casi idéntico valor semántico: alegría, satisfacción, placer, gozo.
Contextual: sin ser sinónimos en todos los contextos, lo pueden ser en alguno de ellos al poderse conmutar uno por otro: Voy, vuelo, navego.
De connotación: en frases en las que domina la afectividad, pero no en otras: eres un genio / un monstruo / una lumbrera.
Referencial: se asocian con el mismo referente en un momento determinado, aunque realmente no sean asociadas como sinónimos más que en esos casos concretos: El Fénix de los ingenios / Lope de Vega. Una águila…
ANTONIMIA: capacidad que tienen las palabras (S, Adj., V), para oponerse a otras por su significado. También es la propiedad o conjunto de propiedades que permite definir una cosa como contraria a otra al compararlas. Son incompatibles semánticamente dentro de un predicado: blanco se opone a negro y gordo a delgado, excluyéndose entre sí. Existen tres tipos de antonimia:
Antónimos propiamente dichos: caliente - frío por ser contrarios, pero la afirmación de uno de ellos no supone la negación del otro; entre ambos se puede establecer por sus cualidades estados intermedios: templado, tibio, cálido, e incluso, los dos términos admiten gradación relativa: poco, algo, bastante, muy caliente/frío.
Antónimos complementarios: establecen una oposición binaria en la que un término excluye sistemáticamente al otro, ya que entre los dos completan la totalidad: niño/niña, hombre/mujer.
Antónimos recíprocos: ambos se suponen entre sí al establecerse entre ellos una relación inversa: tío/sobrino, mortal/inmortal, comprar/vender.
ANALOGÍAS: relación de semejanza o parecido entre dos o más términos. V.g. La luz de todos ojos, la luz del entendimiento.
TRABAJO: Elabora un discurso empleando sinónimos, antónimos y analogías

TÉCNICAS DE DISCUSIÓN GRUPAL

Las técnicas de Discusión Grupal se defien como una serie de actividades en las que un grupo de personas exponen sus puntos de vista (pensamiento) sobre un tema. Para su realización se recomienda unas pautas básicas: Elección del tema; elección del presidente o moderador; elección del secretario o relator; elaborar la agenda; dar a conocer la agenda, realizar la técnica y elaborar un acta.
Las principales técnicas son: la mesa redonda, el debate, el foro, el panel, el Phillips 6-6, el seminario y el congreso.
DEBATE: Controversia; discusión de un tema a cargo de dos personas o grupos de personas (atacantes-defensores) frente a un público. Se fundamenta en la exposición y la argumentación de ideas. Duración 60 minutos en promedio. Al final se leen las conclusiones.
MESA REDONDA: Tiene el mismo procedimiento del debate, se diferencia en que no hay contraposición de ideas, solamente se exponen y se comparten ideas.
EL PHILLIPS 6-6: Esta técnica recibe este nombre porque su creador J. Donald Phillips y porque son seis los integrantes de cada uno de los subgrupos que durante seis minutos (un minuto para cada integrante) discuten un tema o buscan solución a un pro¬blema dado. Mediante esta técnica se pretende:
• Promover la participación activa de todos los miembros de un grupo, sin importar su tamaño.
• Utilizar racionalmente el tiempo, dado que cada integrante cuenta con un minuto para hacer su aporte.
• Lograr acuerdos, obtener información o conocer los puntos de vista de un gran número de personas, acerca del asunto que originó la sesión.
Sus ventajas son:
• Permite el aporte de todos al tema en cuestión, en un tiempo récord.
• Fomenta la disciplina y la responsabilidad.
• Desarrolla la capacidad de síntesis y de concentración.
• Ayuda a vencer el miedo a expresarse, al imponer el reto de hacerlo sólo durante un minuto.
• Se puede aplicar en diversas circunstancias y con múltiples propósitos.
Para su preparación y desarrollo se require:
• Quien lo dirige debe conocer el procedimiento y contar con autoridad para que los subgrupos concentren su energía en los aportes que deben hacer.
• El tema o problema a discutir puede estar previsto o surgir espontáneamente en la clase. "No es común que un grupo se reúna para realizar un Phillips 6-6, sino que éste se utilice en un momento dado de la reunión de un grupo, cuando se lo considere apropiado por sus características".
• La técnica se desarrolla (en el grupo grande) cuando el profesor, la profesora o los estudiantes consideren oportuna su realización. El profesor o profesora formula con precisión el tema o pregunta del caso, forma los subgrupos y controla el tiempo.
• En cada subgrupo se nombra un(a) coordinador(a) y un(a) secretario(a). El coordinador controla el tiempo de participación de los miembros (un minuto por cada uno). El secretario va organizando el resumen de cada participación y toma nota de la conclusión de todo el grupo. Esta conclusión la lee en la plenaria.
• Transcurrido el tiempo de discusión de los subgrupos, el profesor o profesora
solicita a los secretarios que lean sus breves informes y los registra en el tablero para que el grupo tenga conocimiento de los diversos puntos de vista que se han dado; extrae conclusiones sobre ellos y hace el resumen final.
FORO: Exposición de un tema a cargo de cuatro personas; un mantenedor y tres ponentes. El tema se desarrolla en tres subtemas o puntos de vista. Su desarrollo consta de una presentación de cinco minutos y 30 minutos para los ponentes al final se dejan 10 minutos para las preguntas.
PANEL: Exposición de un tema en forma de diálogo. Duración 60 minutos; su desarrollo debe ser por expertos en el tema y debe estar organizado por el moderador y de cuatro a seis debatientes.
SEMINARIO: Estudio sistemático de investigación de un determinado tema por un grupo pequeño de personas (5-12), su realización puede durar tiempo (semanas – meses), se recomienda trabajar por sesiones;
CONGRESO: Conferencia generalmente periódica en que los miembros de una asociación, cuerpo, organismo o profesión, se reúnen para debatir cuestiones previamente fijadas. Para su desarrollo se subdivide el grupo en comisiones eje, el senado
TRABAJO: Por grupos de 5 o 6 estudiantes, preparar una técnica diferente

EL ENSAYO LITERARIO

LECTURA DE ENTRADA: Leedores y lectores
La galería de leedores es copiosa. El estudiante que se desoja en víspera de examen sobre el libro de texto; el profesor que trasnocha entre tratados, acopiando datos para su lección; la matrona que, parada junto al fogón, recita en voz alta las instrucciones coquinarias que conducen al suculento plato; el funcionario en retiro que demanda a las páginas del libro la mejor manera de invertir sus ahorros; o la dama, muy cursada ya en la treintena, que se retira al secreto de su tocador y corre renglón tras renglón en procura de experimentados avisos que le devuelvan sus gracias fugitivas; todos ellos y mil más no pasan de leedores.
Leedor, también, el que emplea su tiempo en los diarios. Coinciden en eso el escandinavo y el chino. El uno, Georg Brandes, asevera que de cien personas que saben leer, noventa no suelen leer más que diarios, lo cual exige escaso esfuerzo. Y el otro, americanizado de China, Lin Yu Tang, dice: "Yo no llamo lectura, en absoluto, a la enorme cantidad de tiempo que se gasta en leer periódicos". En la escala de los que recorren con los ojos un papel impreso, el personaje inferior es uno, regalo de nuestros días a la infinita variedad de lo humano, el leedor, o "el vista", de muñequitos. Inmerso, complacido hasta el arrobo, en las delicias de re correr cuadro por cuadro, escena por escena, sin perderse una, los trabajos de Maggie o las hazañas del Superhombre, sus ojos avanzan por un medio mixto, parte imágenes mal trazadas, pintarrajeadas de colores groseros, parte palabras; éstas, no muchas, van encerradas en unos globitos que les salen a los personajes de la boca, y por su vacuidad sirven de adecuado sustituto al aire vano que contienen los globos de veras. El veedor o el lector de semejante cosa recuerda al anfibio, que entra y sale de lo leído, insignificante a lo visto, vulgarísimo, sin saber nunca a derechas por dónde anda. ¿Mira, lee, promiscúa? Pero atrevido sería decir de estos ciudadanos, doblados, regocijados sobre el papel, que están leyendo. Ni siquiera rozan por lo bajo los cielos y las alturas a donde se transporta el lector de verdad, ya que las actividades superiores del alma no asisten, están de sobra, en esta jenízara operación visual. Comparo al aficionado a los muñequitos al denodado masticante de chicle, por cuanto ambos no ahorran esfuerzo ni tiempo en sendas operaciones que parecen las dos dirigidas al noble menester de la nutrición, ya corporal, ya del espíritu; cuando en realidad nada de provecho pasa al estómago del uno ni a la cabeza del otro, y los dos se hermanan en su posible comparanza con el desdichado animal que voltea y voltea la noria, sin que le importe que el pozo esté seco.
Frente a estas legiones, en escasa minoría, los lectores. Se define al lector simplicísimamente: el que lee por leer, por el puro gusto de leer, por amor invencible al libro, por ganas de estarse con él horas y horas, lo mismo que se quedaría con la amada; por recreo de pasarse las tardes sintiendo correr, acompasados, los versos del libro, y las ondas del río en cuya margen se recuesta. Ningún ánimo, en él, de sacar de lo que está leyendo ganancia material, ascensos, dineros, noticias concretas que le aupen en la social escala, nada que esté más allá del libro mismo y de su mundo.
En su poema Aurora Leigh, una gran lectora bastante leída, la poetisa, por derecho propio y por régimen de ga¬nanciales, Elizabeth Barret Browning escribió: "... es cuando nos Dividamos espléndidamente de nosotros y nos Janeamos con el alma de cabeza en las honduras de un libro, seducidos por su belleza y su sabor a verdad, cuando sacamos de él el bien bueno".
Breve tratadillo en verso de ética lectora: repulsa del cálculo, invitación a la entrega, embriaguez en puras verdades y hermosuras. Precisamente porque el lector no se anda en busca de granjería por el libro, y se olvida de todo material interés inmediato, es por lo que se entregará, en correspondencia de justo amor, ese que llama el bien bueno, "the right good", la enfermiza poetisa. Y eso no quiere decir que el lector pierda las horas de su alma en balde. Aunque nada le pida al libro, mucho en él se espera. No las solicitaba, pero le colmará de las dádivas que menos preveía y más le alegran. (...) Pedro Salinas, El defensor, 1995.
El ensayo literario: el ensayo, en general, requiere del escritor(a) algunos rasgos que ya se han mencionado antes: claridad mental, orden de pensamiento, propósito definido, conocimiento del tema, estilo, buen tono. Pero si ahora graduamos la lente para hablar del ensayista literario, podremos observar, además de las anteriores, las siguientes características: sensibilidad, capacidad expresiva, ingenio, gracia. Aunque parecen dones de un genio, en realidad no son más que ganancias de un ejercicio constante.
Características del ensayo literario: El tema puede no ser más que un pretexto: los temas del ensayo literario pueden ser infinitos. Si bien un criterio para clasificar los tipos de ensa¬yo son los temas (científicos, filosóficos, periodísticos, etc.), no hay que distraerse del hecho de que lo que prima en el ensayo literario no es tanto el contenido como el estilo o el tratamiento del lenguaje de la expresión, del discurso en general. El discurso revela la sensibilidad del autor(a): es claro que el ensayo es la manifestación subjetiva de un autor(a) respecto a un tema. Sin embargo, en el ensayo literario quien escribe no sólo plantea su punto de vista -sistema organizado de ideas personales-, sino lo que éste le produce en su sensibilidad, su emotividad, su espiritualidad. El lenguaje tiende a ser literario: antes dijimos que lo propio del ensayo literario es el estilo, esto es, la manera como el autor usa las palabras. En este tipo de escrito, los recursos expresivos se encuentran al alcance de los gustos y las necesidades del autor: metáforas, descripciones, símiles, perífrasis, personificaciones. El ensayo literario oscila entre el discurso formal, académico (estructura argumentativa coherente y sólida) y el discurso poético.
TRABAJO: A partir del último libro leído en clase, elaborar un ensayo literario.

ENSAYO PERIODISTICO:

LECTURA DE ENTRADA: La cultura del saqueo
No he visto suficientemente sub¬rayada por los historiadores de la economía una de las causas principales, a mi juicio de profano, de la pobreza de este país tan rico: el saqueo. En Colombia nunca se crea riqueza: se saquea la que hay. Somos los descendientes, en la sangre y en el espíritu, de esos españoles ávidos del siglo XVI, que no vinieron a conquistar nada, como podría deducirse erróneamente de su apelativo de "conquistadores", sino a saquear lo que hubiera e irse de vuelta a España a gastar el botín, dejando a sus espaldas una tierra arrasada. (...)
¿No es exactamente eso lo que al cabo de 500 años sigue sucediendo en casos tan diversos como el de la quiebra de la Clínica Shaio, saqueada suicidamente por sus trabajadores?; ¿o el de los Patios de la Circula-ción, donde los vigilantes saquean impunemente los vehículos retenidos; ¿o el de las Empresas Públicas de Cali, tomadas a saco por un contubernio de gerentes, sindicalistas y alcaldes? Hay que ver cómo quedan las casas incautadas de los narcos después de que por ellas ha pasado un bloque de búsqueda de la Fiscalía saqueando la grifería de oro y un parche de indigentes saqueando los colchones. Hay que ver cómo quedan los pueblos cuando pasan las FARC saqueando la Caja Agraria e incendiando lo demás. Hay que ver cómo quedó, ya que lo menciono, la Caja Agraria en su conjunto, tras el paso de los políticos, los gerentes, los sindicatos. Cómo quedó el poderoso río Magdalena después de que lo saquearon los pescadores con dinamita, los madereros, los ganaderos, los petroleros, los guerrilleros, los paramilitares. Cómo quedan las selvas cuando pasan por ellas los colonos con sus hachas, los narcos con sus cocales, la Policía con sus fumigaciones. Cómo quedan las ciudades cuando llegan, como el caballo de Atila, los urbanizadores piratas con sus concejales.
¿Se acuerdan ustedes de aquello que, por novedoso, se llamó "el robo de Caldas"'! Desde entonces, se han robado también todos los demás departamentos. ¿Recuerdan ese paraíso terrenal que fue, en otros tiempos, la isla de San Andrés? Pues para allá va también Providencia (y ambos, para Nicaragua). ¿Ustedes conocieron los Llanos Orientales con venados \ chigüiros, la Sabana de Bogotá con palomas y patos? Y no les voy a pre-guntar por cosas demasiado remotas, como el Canal del Dique con manatíes y caimanes. (...)
Pero no es sólo que los colombianos saqueemos el Estado, que nos saquea a su vez. También nos saqueamos los unos a los otros. Es el caso de la reiterativa crisis del sector financiero, en la cual los dueños de los bancos los dejan convertidos en cascarones vacíos que el Estado se apresura a rellenar para que sean saqueados y quebrados de nuevo por banqueros que huyen a Costa Rica o Panamá. (Ahora han venido banqueros españoles a rescatarlos. "Rescate" se llamaba, en tiempos de la conquista, el hecho de cambiar baratijas de vidrio por oro de ley. Porque, como hace 500 años, además de saquearnos nosotros mismos ayudamos a que nos saqueen nuevos conquistadores: empresas multinacionales del petróleo, de la electricidad, de las comunicaciones, de la construcción de metros o de la repavimentación de calles; o, por supuesto, de armamento).
Todos saqueamos aquí. Desde los congresistas que saquean el Congreso hasta los "desechables" que saquean los carros de los congresistas. (...)
Mucho se ha hablado, en los últimos 20 años, de nuestra "cultura de la vio¬lencia". Sería bueno que los investi-gadores estudiaran también un poco nuestra cultura del saqueo. Antonio Caballero, revista Semana, 2002
El ensayo periodístico: dentro de los distintos géneros que abarca el periodismo (noticia, reportaje, entrevista, crónica, editorial, etc.), el ensayo periodístico ocupa un lugar privilegiado. Ya no sólo importa saber qué está pasando a nuestro alrededor sino que necesitamos sopesar posiciones encontradas, conocer a fondo el origen de los hechos, relacionar diversos acontecimientos, sacar conclusiones. No basta con tener noticias "frescas" y estar "al día" con los noticieros, se impone el compromiso del ciudadano frente a la realidad de la cual es protagonista. En este contexto, el periodista asume también un papel fundamental: el de ser un crítico bien formado.
Características del ensayo periodístico: Trata un tema de interés general: el periodista sabe qué es lo que le preocupa o le interesa a la gente. Identifica qué aspecto de la realidad llama la atención de las personas. No tiene que ser necesariamente un acontecimiento, un hecho, una noticia, puede ser un tema de carácter sociológico (político, económico, social), moral, cultural, familiar, ecológico, científico, etc., que "toque" al lector, que lo interrogue, que lo ponga a pensar, que suscite una respuesta personal. Plantea una perspectiva crítica: de hecho, el ensayo es un género que exige la definición de un punto de vista particular, por tanto, es subjetivo. Este rasgo se aplica al ensayo periodístico en el sentido de proponer al lector una crítica frente a un tema actual y polémico. Para ello, se debe demostrar seguridad, dominio del tema, claridad y coherencia. Desarrolla una sólida estrategia argumentativa: la solidez de un ensayo periodístico reside en definir una tesis clara, unos argumentos pertinentes y una forma de argumentación apropiada (por comparación, por ejemplificación, por contraste, etc.). Para lograrlo, el ensayista debe responderse estas preguntas una vez definido el tema o el asunto que tratará: Qué pienso frente al tema: ¿Estoy en favor o en contra? ¿Acepto o rechazo? ¿Reconozco ventajas o desventajas? ¿Es positivo o negativo? Por qué pienso de determinada manera frente al tema: ¿Cuáles son mis razones? ¿Qué ejemplos puedo mostrar? ¿Con qué puedo comparar? ¿Qué información me sustenta?
TRABAJO: A partir de un tema político de actualidad, elabora un ensayo periodístico.